Cómo montar tu consulta privada para ganar 12.500€ mensuales trabajando 7 horas al día sin perder 10 años de tu vida.

Te voy a explicar cómo conseguir llenar tu consulta de pacientes 100% privados, facturar 12.500€ mensuales sin pasarte todo el día viendo pacientes y dejar de depender de compañías de seguros… en menos de 12 meses.

Montar una consulta privada

Mi padre ha sido funcionario la mayor parte de su vida. Hace unos días estuvimos comiendo en familia y me volvió a preguntar cómo me iba la consulta. Sabe que me llevo dedicando a ella en exclusiva mucho tiempo, pero aún se preocupa por mi futuro. Cuando le dije que estoy ganando 12.500€ al mes, sonrió y cambió de tema.

Tú también puedes conseguirlo si te propones montar una consulta privada y seguir mi fórmula.

¿Quieres conocerla?

Mi fórmula es tan sencilla que te la puedo resumir en una frase: Trabaja 8 horas al día viendo solo 7-8 pacientes

Trabajar así te permitirá atenderlos con todo el tiempo y atención que merecen y tus pacientes quedarán encantados contigo. Con la ventaja de que te quedará un tiempo precioso para ti y tu familia.

Te estarás preguntando cómo es posible llegar a la quimera de atender 7 pacientes al día y facturar 5 cifras al mes. La respuesta que te doy es la que me ha funcionado:

Conviértete en el referente de tu especialidad para los pacientes consiguiendo autoridad y ser el experto amigo

Los tiempos de la medicina paternalista donde los médicos parecíamos dioses han quedado atrás. La gente nos respetaba y seguía nuestra indicaciones con fe ciega porque éramos “los que sabíamos”. Hoy en día, las cosas han cambiado mucho. Y los pacientes también.

Ahora, además de ser un buen médico, hay que parecerlo y demostrarlo a cada momento. Cuando hablo de confianza, estoy usando palabras mayores. Confiar en un profesional médico es más que simplemente fiarse de él; es tener una expectativa razonada de lo que se puede esperar de él. Esto se hace más patente aún en la medicina privada.

Además de títulos y certificados tú, como médico, tienes que conseguir la confianza de tu pacientes

Para que acuda a tu consulta, debes conseguir que confíe en ti antes de que te vea la cara por primera vez. Antes de que lo conozcas.

¿Quieres saber cómo hacerlo?

El secreto mejor guardado sobre por qué es importante ser el referente en tu sector

Al mejor.

Eso es lo que responderías si te preguntara a qué médico elegirías para tratar un problema de salud grave.

Tus pacientes también quieren al mejor. Pero, ¿te has puesto en el lugar de tus pacientes? ¿Sabes qué criterios usan para determinar quién es el mejor para ellos?

Tú, como médico, puedes tener muy claro en manos de quién te pondrías si te hiciera falta, pero cuando alguien de a pie tiene que buscar, las cosas son diferentes.

La gente busca al mejor médico atendiendo a los títulos, pero tiene en consideración otros factores que puedes haber pasado por alto.

Porque tus pacientes no hacen una mera selección por curriculum. Si fuera así, cuando yo empecé no habría tenido manera de avanzar.

La gente busca a la persona que hay detrás del médico.

Para eso, debe tener acceso a ti, a tu historia y a parte de tu vida. Quieren saber de dónde vienes, por dónde has pasado, qué experiencia tienes y qué opinan tus pacientes y tus compañeros de ti.

Si consigues tener ese respaldo, tu éxito está garantizado.

Nadie ha dicho que sea un trabajo fácil, pero te aseguro que es posible conseguirlo.

Los 3 motivos mágicos para llegar a ser el referente de tu especialidad

Si, 3, solo 3. No hacen falta más.

Puedes darle todas las vueltas que quieras, pero al final lo que tú quieres (y yo quería cuando estaba en tu lugar) eran 3 cosas:

  • Tener más pacientes (que me permitieran obtener más ingresos)
  • Disponer de más tiempo (y así mejorar mi calidad de vida)
  • Tener más reconocimiento (y sentir satisfacción profesional y personal)

Puedes adornarlo todo lo que quieras, pero todos aspiramos a vivir mejor al tiempo que nos sentimos realizados con nuestro trabajo.

Si llegas a convertirte en el referente de tu especialidad, habrás dado un paso de gigante para alcanzar tu objetivo.

¿Sabes lo mejor de todo?

Que al final acaba llegando el “efecto bola de nieve”: las cosas que haces bien y te dan buenos resultados acaban creciendo casi en piloto automático.

Te reconozco que al principio cuesta echar a andar. Pero te aseguro que aunque los primeros pasos a la cima sean difíciles, una vez que empieces la ruta, serás imparable hasta alcanzarla.

Las 4 semillas que germinarán y te llevarán más alto que las habichuelas mágicas

Te voy a explicar sobre qué 4 bases se cimenta la carrera de un buen médico privado:

  1. Tienes que formarte hasta el máximo de tus posibilidades para ser el mejor experto en tu especialidad
  2. Tus pacientes tienen que sentirse 100% a gusto contigo
  3. Debes mantener un elevado nivel de humildad en tu trabajo con pacientes y colegas
  4. Debes ser perseverante en tus esfuerzos a pesar de los contratiempos que te surjan

La mejor forma de conseguirlo es trabajarlo poco a poco y sobre unas bases de fuerte formación, entrega permanente, cercanía y comprensión.

Solo así podrás presentarte ante todos como un verdadero líder de opinión respetado.

Cuál es la imagen que se espera de un referente y cómo demostrarla

Ante todo, un referente debe ser claro y prudente. Esto significa que debes tener una opinión definida sobre todo lo relacionado con tu sector y esta debe estar basada no en opiniones sino en hechos e información.

Un referente es un líder de opinión y sus afirmaciones se tienen en cuenta en muchos ámbitos. Por tanto, debes ser prudente a la vez que firme.

Una de las claves de la prudencia está en saber cuándo es oportuno tomar decisiones. Tan imprudente es tomarlas de forma precipitada como no hacerlo.

Las señales que te confirman que has conseguido ser un referente

Para convertirte en un referente no basta con tener la intención, trabajar y esperar.

Es habitual tener la sensación de que uno lo es y que no se lo reconocen. Pero un verdadero referente no cree que lo es; alcanzas a ser un referente cuando los demás te consideran como tal. Con ello me estoy refiriendo a los pacientes, a los compañeros, a la industria, al sistema o la administración.

A veces no es fácil verlo. Las señales típicas suelen aparecer en forma de reconocimientos, invitaciones de colaboración en proyectos, formaciones, actividades de investigación…

Si empiezan a ocurrir este tipo de fenómenos, te irás dando cuenta y asumiendo que te estás convirtiendo en un referente.

Vuélcate en un área de tu especialidad para poder dedicarle el 100% de tus esfuerzos

 

Para llegar a ser un referente en tu sector no necesitas ser el mayor experto en todas las áreas de tu especialidad. Es humanamente imposible. Te pondré un ejemplo con mi especialidad:

Soy pediatra pero con la especialidad de Neurología Pediátrica. Dentro de ella, he centrado mi actividad en los problemas de aprendizaje y conducta junto con otros trastornos del desarrollo.

Evidentemente, puedo atender a cualquier niño con problemas pediátricos generales y con problemas neurológicos de cualquier tipo, pero mi principal área de especialización es el neurodesarrollo.

¿Cómo lo he hecho? Me he centrado en crear un sistema de diagnóstico y tratamiento que intenta ser 100% eficiente a la hora de detectar y resolver el problema de mis pacientes de la mejor forma posible.

Replicar este modelo en cada área de mi especialidad es humanamente inviable, pero centrándome en un área concreta puedo alcanzar la excelencia.

¿Por qué centrarme en algo muy concreto? Pros y contras de la hiperespecialización

Sí, todo tiene pros y contras.

Puede que pienses que al especializarte en algo demasiado concreto corres el riesgo de cerrar las puertas a muchas otras opciones.

Es posible, pero también te permite centrarte de una forma muy rápida y específica en un área al que dedicar todos tus esfuerzos.

Si consigues destacar de forma significativa en un área concreta, sobresaldrás rápidamente por encima de los que hacen de todo de manera superficial. Te garantizo que es la mejor forma de destacar y diferenciarte de los demás.

¿Cuándo es el momento de hiperespecializarse y cuánto?

Cuanto antes empieces, antes podrás ir abriendo camino, formarte y avanzar hasta llegar a ser el especialista mejor reconocido en ese área.

Da igual que estés recién titulado o que lleves años de ejercicio. Nunca es tarde. La cuestión es decidir en qué quieres ser un referente y ponerte manos a la obra.

¿Cuánto especializarse? Todo lo que te permita tu especialidad sin llegar a quedarte con tan pocos pacientes que no puedas subsistir.

En mi caso, aunque atiendo casos de todo tipo de trastornos del desarrollo, mi hiperespecialidad se centra en el TDAH y el Autismo.

Desafortunadamente, existe una prevalencia importante de estos trastornos, por lo que si me sitúo como referente de estas áreas, no van a faltar pacientes interesados en que les atienda. Son pacientes más que suficientes y la lista de espera de mi consulta así lo confirma.

Las mejores estrategias para hiperespecializarte

Un aspecto fundamental es escoger bien tu hiperespecialización.

Te voy a indicar los tres puntos fundamentales que debes tener en cuenta a la hora de seleccionar tu área. Debe ser:

  • Algo en lo que ya destacas o tienes una gran formación
  • Un área que te gusta y con la que disfrutas
  • Aquello que normalmente te consultan tus compañeros

Es verdad que luego hay que darle muchas vueltas para validar tu decisión, comprobar la viabilidad y tomar la decisión definitiva, pero estos son los 3 aspectos fundamentales que debes plantearte. Sin ellos, no tiene sentido tomar decisiones.

¿Qué hacer por el camino mientras lo consigo?

Lo primero que tienes que tener claro es que por mucho que quieras, no hay atajos.

Esto no lo vas a conseguir de la noche a la mañana. Tardarás años en conseguirlo, pero puedes coger caminos muy largos o elegir el más corto.

Mientras haces el camino, lo que debes hacer es aprender todo lo posible y estar alerta para aprovechar todas las oportunidades que aparezcan. Te sorprenderán donde menos te lo esperas y, si no las pillas al vuelo puedes arrepentirte durante años.

Debes ser perseverante, estar seguro de ti mismo y avanzar sin parar. Puedes descansar pero nunca dar un paso atrás. Si tienes claro el objetivo, el camino se hace solo.

El objetivo, el efecto llamada, la velocidad

Como dice mi mentor Franck Scipion, hay un momento en que no puedes enseñar cómo haces las cosas porque ya te salen de forma inconsciente.

Cuando llegas a interiorizar tus esfuerzos, dejan de resultar difíciles de hacer. Incluso llega un punto en que no tienes que hacer nada para que sucedan grandes cosas.

Es el punto sin retorno de la bola de nieve. Es el momento en que mucho de lo que has hecho, deja de ser necesario porque todo fluye. Cuando eres un referente, las personas te buscan a ti, en lugar de salir tú a buscarlas. Los pacientes llegan, las empresas te llaman… parece que tuvieras un imán. Ese momento llega y hay que aprovecharlo. Muchas veces me da vértigo echar la vista atrás, pero luego me paro, contemplo y recuerdo que el esfuerzo da sus resultados y también hay que disfrutarlos.

Elige la parte de tu especialidad que más te guste, más domines o más te pregunten

 

Que quede claro: convertirte en el referente de tu especialidad no consiste en reinventarte o convertirte en algo que no eres.

Simplemente debes aprovechar tus conocimientos, tus virtudes y tus capacidades para unirlas a tus gustos y ponerlos a trabajar juntos.

¿Quieres volver a tener que estudiar como un loco? ¿Quieres dedicarte a algo muy lucrativo pero que no te gusta nada? Te garantizo que ese no es el camino. Te va a servir de poco ingresar 6 cifras al año si cada minuto de tu consulta es un calvario para ti.

Voy a compartir contigo los 5 criterios que debes valorar para elegir tu especialidad.

1.   No seas corto de miras, piensa a largo plazo

Debes pensar en las tendencias de tu especialidad, la evolución del mercado, las patologías, los laboratorios y los fármacos. Si solo piensas a corto plazo, cualquier pequeño revés tumbará tu estrategia. Necesitas adelantarte y tener un buen ojo clínico en este sentido para no correr el riesgo de quedarte sin agua cuando saltes a la piscina.

Las patologías crónicas, con años de evolución, que requieren tratamiento, terapia, revisiones… Por ahí van los tiros.

2. Ten en cuenta las cifras (en todos los sentidos)

La incidencia de la gripe es muy alta, pero no creo que muchos pacientes vayan a la consulta privada de un especialista en gripe.

En ocasiones, las cifras pequeñas pueden ser muy importantes si no hay nadie que maneje bien una determinada patología o tu eres el especialista número uno en ella.

El asma y la obesidad tienen cifras casi de pandemia, en cambio, la epilepsia es menos frecuente pero tiene un peso muy importante en las consultas de neurología.

3. Valora los miedos, las posibilidades y el coste / oportunidad

Otro aspecto a tener en cuenta son los competidores directos e indirectos en tu especialidad. Si tienes la consulta en Madrid y el médico más reconocido de tu especialidad trabaja a 100 metros de ti, va a ser difícil desbancarlo a corto plazo.

Si te enfrentas a alguna “franquicia sanitaria” de forma directa, amárrate los machos para sufrir los envites de un gigante cabreado.

Finalmente, si encuentras una oportunidad relevante y la dejas pasar, ten por seguro que habrá otro que la aproveche y te lo ponga difícil. En cambio, si te pones manos a la obra, tienes muchas papeletas para crecer rápido.

4. Piensa en la transformación que produces en tus pacientes

Una consulta que tiene éxito, no se basa en ti ni en tus problemas. Lo realmente importante es cómo de bien y rápido detectas y solucionas (o al menos, mejoras) el problema de tu paciente.

Si eres capaz de ayudar a tu paciente a comprender su problema y hacerle ver cuál es la mejor opción diagnóstica o terapéutica en su caso, habrás dado un paso de gigante para que te considere su guía en el camino.

5. Decide tu objetivo y la finalidad de tu trabajo

El objetivo final y único de tu trabajo no puede ser ganar dinero. Somos médicos y lo más importante es ayudar a la gente a mejorar su salud. Esto es lo que realmente debe hacerte sentir bien y realizado. A mi aún me hace sufrir mucho saber que alguno de mis pacientes no está bien. No puedo remediarlo.

Todos debemos tener un propósito en la vida y no se me ocurre otro mejor para un médico que hacer que sus pacientes recuperen la esperanza y su salud. Tenlo siempre presente.

Aporta tu visión personal y tus valores a todo el proceso de atención para ofrecer una experiencia única e irrepetible

Si hay algo que nadie puede reproducir, es tu forma de ser.

Si consigues implementar esa peculiaridad en tu consulta, podrán intentar imitarte pero solo conseguirán una mala copia.  

Incluye tu visión personal de la vida y de la medicina. No dejes de lado tus valores, tus creencias y tus opiniones. Los pacientes lo agradecen y te ayuda a ser mejor médico.

La personalidad como factor diferenciador y diferencial para una consulta de éxito 

El arquetipo de médico que muchos tienen en la cabeza está muy anticuado o es completamente equivocado. En mi caso, tengo algunas peculiaridades debidas a mi forma de ser y otras que he puesto en práctica después de lo aprendido por la experiencia.

Nunca llevo bata en la consulta y apenas lo hacía cuando trabaja por cuenta ajena. No suelo llevar fonendo encima y en mi consulta no hay camilla.

¿Cómo es posible?

Si, soy pediatra y no tengo camilla. Este no es el objeto de este artículo, pero ya he encontrado alternativas para explorar a cualquier paciente sin tener que usarla.

Piensa que parte de tu personalidad es única y trata de aprovecharla.

Establece una relación médico – paciente directa, clara y sincera

Lo mejor es ser 100% transparente en todos los sentidos. Escucha, habla, pregunta, hazte amigo de tus pacientes (dentro de la consulta) y establece una relación con ellos en la que te consideren el experto amigo que está ahí y les entiende.

Dile lo que piensas en base a tus conocimientos y a tu experiencia. Presta atención a las peculiaridades de cada paciente. No dejes nada en el tintero. Si algo no te gusta, te crea dudas o no te queda claro, pregúntalo y explica por qué lo haces.

La sinceridad es lo que más agradecen los pacientes aunque también te advierto, que ellos no siempre son ejemplo de sinceridad.

Crea una experiencia diferente para que tus pacientes se sientan únicos y especiales

Cuando estás atendiendo a un paciente, la experiencia que vive dentro de tu consulta es lo más importante.

Desde que coge el teléfono para pedir una cita hasta que llega a casa después de verte, todo el mundo tiene una serie de expectativas que debes sobrepasar. No vale con cubrir el expediente, necesitas hacerles sentir en centro de tu atención y preocupaciones. No debes fingirlo, debe ser realidad. 

Esto se llama experiencia del cliente en el mundo del marketing. Debes plantearte todo el proceso de atención desde la perspectiva de quien lo realiza (tus pacientes) y tratar de mejorarlo. Entra en la cabeza de tus pacientes y lleva a otro nivel su experiencia en tu consulta.

No tengas miedo a lo diferente, nuevo o desconocido. Aprovéchalo a tu favor.

Toda diferencia es una oportunidad de destacar. Si hay algo que haces diferente, que sabes desarrollar de otra forma o que te encanta, no dudes en incorporarlo a tu actividad.

Los pacientes adoran conocer a su médico y ese tipo de cosas les resulta muy humanizadoras. Agradecen saber que detrás del profesional hay una persona con una vida como la suda. Yo nunca me canso de enseñarle mi gato a los niños de mi consulta. Les encanta.

 

Mantente alerta y consigue aprovechar todas las oportunidades que aparezcan a tu alrededor

Te parecerá una locura, pero yo no elegí el TDAH como mi patología estrella para hiperespecializarme. Me eligió ella a mi.

Fue casi por casualidad, pero marcó un hito en mi desarrollo profesional.

También es verdad que tengo una mente inquieta y que siempre estoy buscando y curioseando todo lo relacionado con mi trabajo y especialidad.

Y este hábito de estar atento a las tendencias y a lo que sucede en la sociedad y en mi sector me ha servido para detectar oportunidades que de otra forma hubieran pasado desapercibidas.

¿Cómo detectarlas? A continuación te doy mis 5 recomendaciones para ver oportunidades que los demás dejan pasar.

1.   Monitoriza el mercado, pero ojo a las novedades

Las novedades pueden ser una gran oportunidad para ser el primero en usar una herramienta, una prueba o un procedimiento. También pueden suponer un riesgo si no mides tus fuerzas y quieres acapararlo todo.

Debes analizar, cribar y seleccionar lo que mejores resultados pueda darte en tu situación.

Aún así, debo reconocerte que he hecho inversiones, compras o gastos que han sido un auténtico fiasco. Probar cosas nuevas tiene ese riesgo pero siendo prudentes, el riesgo calculado se puede asumir.

2. Ten amigos hasta en el infierno y contactos en todas las áreas (y algún que otro enemigo)

Ten claro que cuando te pongas manos a la obra para potenciar tu consulta, no todo van a ser halagos y elogios. La envidia y los conflictos de intereses están a la orden del día.

Te encontrarás con gente realmente valiente, honesta y humilde que te felicitará por tus éxitos pero también te toparás con gente que quiere fastidiarte sin ningún motivo aparente.

No busques gresca pero tampoco huyas de ella. Asume que no puedes gustar a todo el mundo. Ni todos los pacientes ni todos los compañeros encajarán con tu forma de hacer las cosas. Que eso no te desanime.

3. Mantén una actitud “modo venta” permanente

Aunque de entrada te pueda parecer complicado y artificial, no lo es. Uno aprende con el tiempo a poner un modo diferente de funcionamiento neuronal según lo que esté haciendo en cada momento. A veces toca “modo consulta”, a veces “modo social” y un modo muy habitual cuando tienes consulta privada es el “modo venta”.

El “modo venta” sirve para pacientes, para colegas, para otros profesionales sanitarios, para laboratorios y para empresas. Acabas convirtiéndote en un camaleón muy astuto para tratar de la forma perfecta a cada tipo de interlocutor. Todo se aprende y se asimila.

4. La formación permanente debe ser tu bandera

Si quieres ser el referente y no uno más de tu especialidad, debes estar a la última en formación. No solo en aspectos médicos sino también en comunicación, nuevas tecnologías y redes sociales. La sanidad actual es la salud digital y si no estás bien posicionado, no existes.

5. Mantente en comunicación permanente con tu entorno directo. Es la principal fuente de información.

Tus antenas deben estar siempre desplegadas y con los receptores activados para detectar toda la información relevante de tu sector. Debes estar en contacto con pacientes, con colegas, con los referentes actuales y con todos los agentes implicados en tu área.

Evita desconectarte, quedar fuera de juego y que las novedades te pillen descolocado. Una mala jugada puede ser peligrosa.

Esta es mi experiencia y así lo he conseguido yo

Yo soy pediatra y me especialicé en Neurología Pediátrica. Dentro de este área, me formé y adquirí experiencia principalmente en los problemas de aprendizaje, conducta y desarrollo. Mi programa estrella es el de TDAH y en la actualidad soy uno de los mayores referentes nacionales de una patología que implica a Neuropediatras y Psiquiatras. 

Dentro de la Neuropediatría, tengo una posición reconocida y no me quejo. No es una cuestión de ego. Es el resultado de muchos esfuerzos y trabajo. 

Estos son los 5 pilares de la estrategia que me llevó a alcanzar mi posición como referente.

1. Aprovechar la oportunidad y no dejarla escapar.

Ya te he hablado de la importancia de estar atento a tu entorno para detectar oportunidades.

La oportunidad de especializarme en TDAH surgió por casualidad. Pero supe aprovecharla.

Todo partió de un proyecto de investigación que arrancó durante la especialidad y que logré continuar en el tiempo pese a toparme con algunas dificultades con compañeros y jefes.

2. Avanzar con los aliados adecuados, aunque empieces de cero en un mercado difícil.

El mundo de la neurología infantil es poco conocido y aún está muy poco desarrollado en nuestro país. Luchar contra eso y contra las falsas creencias sobre la mente de los niños y la presión de muchos grupos contra la farmacología neuropediátrica ha sido una ardua batalla.

Queda mucho por recorrer aún, pero aprovechando las nuevas tecnologías y colaborando con otros agentes de las sociedades científicas, estamos logrando avanzar.

3. La relación de la industria con una base ética

La industria juega un papel relevante para la formación de los médicos en España. Nuestra legislación es muy exigente con nosotros pero no es proporcional en los derechos que nos da. Para actualizarnos, debemos actuar por nuestra cuenta.

Tachan muchas veces a los médicos de que nos vendemos a la industria. Quizás haya quien se venda, pero yo siempre actúo desde la ética que mis padres y mis profesores me han inculcado. Porque estar de acuerdo con la industria no significa plegarse a ella. La colaboración es posible cuando cada parte deja clara su posición e intereses.

4. La disrupción como modelo de negocio es una opción

Siempre me ha resultado cómodo decir que no soy políticamente correcto. A veces, tienes que decir lo que piensas, las verdades, por incómodas que resulten. Para lo bueno y lo malo yo lo he hecho. A veces me ha perjudicado, pero mi conciencia no me permite dormir si no lo hago.

Te recomiendo que cuides tu salud y no te guardes ningún sapo dentro. Especialmente si el hecho de quedarte callado atenta contra tus principios y valores.

5. La vista fija en los resultados a largo plazo… y en el próximo paso

En muchas ocasiones corremos el riesgo de pensar a corto plazo y no mirar más allá por miedo o para mantener una cierta seguridad.  

Debes cambiar esa mentalidad.

No estoy diciendo que mires fijamente al horizonte y dejes de prestar atención a lo que tienes frente a tus ojos. Se trata de saber cuál es el siguiente paso de tu camino y calibrar cuánto te aleja o acerca a tu meta final.

Ahora que te he contado las bases para ser un referente en tu especialidad, voy a centrarme en cómo desarrollar un entorno en el que ejercer tu especialidad con tus propias normas y sin imposiciones externas: creando tu propia consulta privada.

Por qué montar una consulta privada propia

Montar una consulta privada propia no es un capricho. Es una necesidad. La necesidad de acabar de una vez por todas con la situación actual de opresión, dependencia y esclavitud de los médicos privados.

Es la única vía que conozco para que ejerzas tu profesión a tu medida, como siempre has soñado.

También te advierto que montar una consulta privada propia no es algo para todo el mundo. Debes partir de 5 principios sólidos y tenerlos muy presentes. Si no los compartes, quizás tu camino pase por trabajar para otros.

1.   Ayudar al paciente

Tu objetivo como médico, es ayudar a tu paciente.

A él debes enfocar todos tus esfuerzos. Debes darle la mejor atención y lo mejor de ti, pero el centro de tu consulta debes ser tú.

Debes crear una consulta hecha a tu medida donde te encuentres completamente a gusto en todos los sentidos: satisfacción profesional en la forma en que atiendes a tus pacientes, tu horario, tu actividad y tu vida personal.

Si omites alguna de estas dimensiones, te arriesgas a acabar siendo un técnico que ve pacientes y acabarás quemado. Así que no pierdas el foco.

2. Labrar tu destino

Nadie te regalará nada ni te lo pondrá fácil.

Los pacientes quieren soluciones inmediatas, las compañías de seguros quieren evitar gastos, las grandes empresas de salud, ahorrar costes.

Vas a tener que trabajarte tu futuro si quieres ser libre. Tomar tus propias decisiones y no ser un títere en manos de las fuerzas oscuras.

Llevamos muchos años engañados, creyendo que la única opción que tenemos es la que nos cuentan. Pero te garantizo que existe otra forma de trabajar y de vivir.

3. Conseguir tus objetivos en la vida

Yo he alcanzado los objetivos que me planteé. Pero solo tras montar mi propia consulta.

He superado los 10.000€ mensuales de facturación, trabajando 7 horas al día (una jornada digna y normal), durante 5 días a la semana (sin guardias, durmiendo en casa todos los días).

Además, quiero que sepas que para conseguirlo, no necesito ver más de 7 u 8 pacientes al día. Apetecible, ¿verdad?

Actualmente dirijo un centro especializado en Neurología Pediátrica formado por un grupo de 7 profesionales y colaboradores completamente independientes con los que trabajo 100% a gusto.

No trabajo con compañías de seguros y dedico a los pacientes el tiempo y la atención que necesitan.

Nunca tengo citas de menos de 1 hora de duración y he alcanzado los 8.050 pacientes en menos de 4 años.

Tengo una lista de espera de 3 meses para la primera cita. Y estos pacientes han pagado la consulta por adelantado.

¿Tú también quieres conseguir estos resultados con tu consulta?

4. Hacer el camino… mejor acompañado

Estos resultados no se consiguen en solitario ni de la noche a la mañana. Está claro que para llegar a este punto, he tenido que trabajar mucho y de muchas formas.

En mi caso me ha tocado probar y errar hasta dar con un método.

Antes de decidirme a montar mi consulta, trabajé con compañías, en hospitales privados, en varias ciudades a la vez, haciendo guardias y trabajando a destajo… pero he encontrado la forma de conseguir otra forma de trabajar.

Han sido años de realizar muchas pruebas, aprendiendo a avanzar, acertando a veces, cometiendo errores otras muchas. De todo ello, he extraído lo que funciona y da resultados y lo he agrupado para exprimirlo al máximo.

Si decides avanzar tú solo en el camino, será arduo y lento. Por lo que te recomiendo que busques un aliado que te ahorre años de frustraciones y pruebas que no dan resultados.

5. Ser feliz en la travesía…

Debes disfrutar mientras lo consigues.

Puede parecerte algo superfluo, pero es el principio más importante de todos si no quieres quedarte por el camino.

Es evidente que si todo este trabajo y esfuerzo no se hace con agrado, no tiene sentido.

Si no disfrutas, acabarás amargado y te preguntarás cada día quién te mandó meterte en esto de la medicina.

Muchas veces nos engañamos pensando que todo llegará: “Aún soy joven, llevo poco tiempo, ahora es el momento de trabajar mucho…”.

Lo he pensado muchas veces y otras muchas lo he oído. No te autoengañes.

Si coges la parte de la medicina que más te gusta, la parte de la especialidad que más feliz te hace y te centras en ella, estarás uniendo dos factores fundamentales: la ayuda a los pacientes y la satisfacción personal.

¿Se puede pedir más? Sí, que además esté bien pagado.

Eso es lo que quiero ayudarte a conseguir.

Por eso debes entender una verdad incómoda que probablemente intuyes:

Los médicos estamos tocando suelo

 

La evolución de la figura del médico ha sufrido muchos altibajos. Durante algún tiempo los responsables de la salud eran considerados casi dioses y la medicina se convirtió en puramente paternalista. En otros periodos, la profesión de médico se ha tecnificado hasta límites tan absurdos que apenas queda margen de maniobra para desarrollar los conocimientos.

En la actualidad, los sistemas sanitarios tanto públicos como privados se preocupan mucho más de los resultados económicos que de la salud de los pacientes.

Está claro que los agentes más importantes implicados en la atención sanitaria son los profesionales y los pacientes y por ello ambos grupos nos hemos convertido en la diana de todos los esfuerzos por controlar la economía de la salud

 

¿Quienes son los responsables del maltrato de los médicos?

Tanto los gestores de la sanidad pública como los de la privada, lo tienen claro desde hace mucho tiempo y maniobran para manipular y viciar esta relación.

  • Por un lado, han conseguido enfrentar a los pacientes con los profesionales haciéndonos quedar ante la sociedad como especuladores inmorales de su salud para nuestro propio beneficio. Especialmente a los médicos privados, a quienes cuestionan nuestra ética por cobrar por nuestros servicios y querer ganarnos la vida con ellos.
  • También han inducido el enfrentamiento entre médicos y otros profesionales sanitarios (enfermeros, farmacéuticos….) para, de esta manera, favorecer sus intereses dividiendo a un grupo variopinto y complejo de trabajadores de la sanidad.
  • En el sistema público se desprecia/rechaza la actividad del médico privado. Sin embargo, se realizan innumerables acuerdos y conciertos entre la sanidad pública y las grandes empresas de la sanidad privada (Clínicas, Hospitales y aseguradoras médicas…)

La figura del médico debe recuperar el lugar que le pertenece en la sociedad y en su profesión y ya va siendo hora de que nosotros seamos los primeros en hacernos valer.

Yo no conozco una forma mejor de reivindicar nuestro lugar que creando una consulta propia que te permita ejercer la medicina como tus pacientes se merecen (y tú también).

Si no sabes por dónde empezar, te cuento cómo lo hice yo.

Un ejemplo práctico (vivido en mis propias carnes) de cómo montar una consulta privada a pesar de no tener ni idea sobre el tema

Voy a presentarte un resumen ejecutivo paso por paso con algunos comentarios clave para que abras tu consulta con el menor número de contratiempos posible.

Paso 1. Infórmate y planifica. Hazte una idea general

Te recomiendo que:

  • Revises toda la información sobre el tema en internet.
  • Vayas a tu colegio médico y pidas toda la información que tengan, tanto sobre temas legales (normativa, procedimientos…), como sobre cuestiones comerciales (acuerdos con empresas, acompañamiento en el proceso…).
  • Pidas una cita en la delegación provincial de Sanidad con el departamento responsable de la autorización de centros para que te orienten al respecto
  • Solicites información sobre posibles ayudas, apoyo a emprendedores…
  • Cuentes con un suficiente respaldo económico propio, de la familia o del banco para tener sustos gordos de última hora.

Paso 2. Elige el local

Ten en cuenta:

  • Al elegir tu local, comprueba que es apto por zona, tamaño, condiciones… para el propósito que quieres.
  • Procura hacerlo todo de forma legal y sin posteriores preocupaciones (evita pagos en B y situaciones similares con inmobiliarias).

Paso 3. Busca una empresa especializada que diseñe tu proyecto

Debes tener en cuenta que:

  • Los temas legales y normativos de sanidad siempre tienen sus particularidades y es conveniente contar con una empresa que te pueda gestionar todo el proceso de forma integral.
  • Fundamental contar con un presupuesto y contrato por delante con mucho detalle de conceptos incluidos: impuestos, certificaciones obligatorios de colegios profesionales o suministros… y por supuesto las fechas de entrega.

Paso 4. Busca empresa que construya el proyecto

Una cosa es el proyecto y otra cosa es su construcción. Te daré 2 recomendaciones:

  • Elige una empresa constructora con experiencia previa.
  • Ve siempre con la suficiente tranquilidad económica como para no quedarte por el camino.

La empresa que me hizo el proyecto me dio una orientación de precio que finalmente no se pareció en nada al presupuesto definitivo, más bien se multiplicó por 2,5 de la noche a la mañana y eso cogiendo la opción más económica de las 3 empresas que contactamos.

Paso 5. Consigue todos los permisos

Desde que empiezas todo el proceso hasta que acabas de tener todos los permisos pueden pasar meses. Algunos incluso tardan más de un año.

Este panorama burocrático es indignante, pero necesitas tenerlo todo listo antes de abrir tu consulta. Ármate de paciencia y prepárate para recorrer ventanillas porque parece que el día de la ventanilla única está lejos en el horizonte.

Paso 6. Pon al día todos los apartados complementarios

Con esto me refiero al material para la consulta, a los muebles, al personal que quieres contratar, el marketing, el programa de gestión de citas e historiales médicos, la ley de protección de datos…

A pesar del propio sistema y los propios proveedores de estos servicios, he conseguido cumplir toda la normativa vigente para mi consulta.

Paso 7. Ponte a trabajar

Esta es la mejor parte. Si has hecho bien todo lo anterior, tu nuevo centro será una continuación de tu consulta previa.

Los pacientes te buscarán si has conseguido resolverles sus problemas. Te encontrarán aunque se lo pongan difícil.

Pero para eso debes haber construido un sistema de comunicación a través de tu web, una base de datos de pacientes a los que poder informar del cambio de consulta, de las novedades… Debes crear tu comunidad de pacientes fieles. Un trabajo arduo pero posible y gratificante.

Si yo he podido, tú puedes

Puede pienses si merece la pena dedicar tanto esfuerzo montar una consulta propia.

Te aseguro que es un esfuerzo que compensa. Piensa que se trata de tu futuro personal y profesional

No te engañes: las cosas en la pública y la privada no van a mejorar.

Si tienes una auténtica vocación y quieres ejercer la medicina de una forma que dignifique a tus pacientes y a ti como profesional, este es el único camino viable que veo por ahora:

Convertirse en un referente, abrir tu propia consulta y ser tu propio jefe.

No te pierdas…

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  • La verdad sobre una clínica TOP: No es la que te da más trabajo, sino la que te permite dar mejor atención a tus pacientes y disponer de más tiempo (y más ingresos) para ti.
  • Conocerás el punto exacto en que te encuentras ahora mismo. Y qué debes hacer para alcanzar tu máximo potencial profesional.
  • Cómo saber en 4 minutos qué necesitas arreglar en tu consulta para disponer de más tiempo libre para ti (sin sacrificar tu poder adquisitivo).
  • ​La razón por la que te está costando montar la consulta que te mereces, y cómo cambiar tu mentalidad al respecto para siempre.
  • Qué sencilla fórmula usan las clínicas TOP para facturar 6 cifras anuales y cómo yo mismo lo conseguí en menos de 24 meses.