De forma periódica aparece en los medios de comunicación y las redes sociales un bulo de salud que indica que el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una patología inventada, que puede depender de los modelos educativos e incluso de la conducta que pueden tener los progenitores con sus hijos.
Este trastorno se caracteriza por las dificultades que presentan los niños diagnosticados para prestar atención, escuchar y mantener instrucciones o sentarse, entre otros síntomas. Unas particularidades que pueden tener todos los menores pero que en el caso de los pacientes con TDAH son mucho más frecuentes y mucho más difícil de controlar.
En este video, Manuel Antonio Fernández, fundador de LifeStyle Profesional y Elneuropediatra.es y colaborador de #SaludsinBulos, nos indica que existe una gran cantidad de bibliografía científica que demuestra las múltiples causas de esta patología como las alteraciones genéticas y en las estructuras cerebrales.
“Estas alteraciones condicionan las dificultades para el control de la atención, el movimiento y la impulsividad de los niños”, detalla Fernández, quien recuerda que no hay que hacer caso a estas falsas informaciones que pueden desestabilizar a las familias. De hecho, a juicio de Fernández, siempre existen intereses particulares sobre la circulación de estos bulos.
“El TDAH no es una patología inventada por la industria farmacéutica pero sí es verdad que existen medicamentos que ayudan a mejorar este trastorno”, asegura Fernández. Por ello, cuando un profesional diagnostica TDAH en algún niño o niña no hay que dudar de la veracidad de las palabras del profesional sanitario.
Ante la duda de la existencia de este trastorno en un menor, lo más adecuado es “consultar con un neuropediatra ya que son ellos quien darán la información más real, más verídica y ajustada a lo que la ciencia está transmitiendo sobre este tipo de problemas de salud”, explica el fundador de LifeStyle Profesional.